La temporada 2024-2025 promete ser una de las más desafiantes para el Real Madrid, que se enfrenta a un calendario implacable. Con un total de 11 meses de competición por delante, el equipo blanco estará obligado a rendir al máximo nivel en más de 70 encuentros si aspiran a conquistar todos los títulos posibles. Esta carga física y mental no ha pasado desapercibida para los expertos en rendimiento deportivo, quienes se muestran preocupados por los efectos a largo plazo en la salud de los jugadores.
El entrenador Carlo Ancelotti es consciente de lo que está en juego y ha adelantado un enfoque estratégico innovador: las vacaciones personalizadas para los jugadores. Esto implica que, en lugar de hacer descansar a todo el equipo en bloques, las pausas serán individualizadas para gestionar mejor las cargas de trabajo y evitar lesiones. Este plan es una respuesta a un problema creciente en el fútbol moderno, donde la acumulación de partidos ha desplazado el tiempo dedicado al entrenamiento, considerado esencial para el desarrollo físico y técnico de los jugadores.
Un reconocido preparador físico del Real Madrid, José Luis San Martín en conversaciones con OK Diario, ha señalado que “el jugador mejora entrenando, no sólo jugando”, destacando la importancia de los entrenamientos en la mejora del rendimiento. Sin embargo, con el calendario actual, los clubes apenas pueden permitirse sesiones de entrenamiento intensas entre tantos compromisos competitivos. San Martín advierte que los jugadores están compitiendo a un ritmo desgastante, corriendo de 10 a 13 kilómetros por partido, lo que equivale a completar una maratón cada mes, y esto sin los adecuados periodos de recuperación.
A esta complejidad se suman las dificultades logísticas y económicas del fútbol actual. Los dirigentes del deporte parecen priorizar los ingresos derivados de los derechos de televisión por encima de la salud de los jugadores. Esta situación ha sido criticada abiertamente por técnicos como Pep Guardiola, quien se ha mostrado en desacuerdo con la sobrecarga de partidos, aunque admite que los clubes no están dispuestos a renunciar a los beneficios económicos que se generan.
El Real Madrid, sin embargo, cuenta con la experiencia y el talento de Antonio Pintus, preparador físico del club, quien ha implementado medidas novedosas para optimizar el rendimiento de sus jugadores. Una de las herramientas más destacadas en este proceso es el uso de máscaras especiales durante los entrenamientos de verano. Estas máscaras permiten medir con precisión el consumo de oxígeno y la frecuencia cardíaca de los jugadores, lo que permite personalizar las sesiones de entrenamiento en función de sus necesidades específicas, ya sea aumentar la resistencia o potenciar la velocidad.
Pintus también ha explicado que estos test no solo se realizan al inicio de la temporada, sino que se repetirán en marzo, con el fin de ajustar y afinar el entrenamiento a medida que se acerca la recta final de las competiciones. Este enfoque personalizado y científico es clave en una temporada que se anticipa extenuante para los jugadores del Real Madrid.
A medida que avanza la temporada, la gran cuestión será si estas innovaciones serán suficientes para mantener a los jugadores en su mejor forma física y evitar el desgaste que inevitablemente acompaña a un calendario tan denso. Lo que está claro es que este curso no dará tregua a ningún equipo y el Real Madrid deberá estar preparado para responder a la exigencia de manera constante si desea mantener vivas sus aspiraciones de éxito.
