Una semana después de recibir tantas críticas por parte de la afición y de la prensa tras el fiasco del domingo pasado en Miami. Los New England Patriots salieron este domingo al terreno de juego en el estadio Gillette, dispuestos a limpiar un poco esa imagen que dejaron plantada en la ciudad del sol pero que de luz no tuvo nada en la defensiva ni en el ataque. Pero el recuerdo que más querían borrar era ese de todas las faltas cometidas por parte de la línea ofensiva que fue el máximo culpable del fracaso de los Patriotas ante los Delfines.
Nos adelantamos siete días y los Patriots salieron con una mentalidad ofensiva cuando recibieron a los Colts de Indianapolis. Más bien, ambas escuadras arrancaron moviendo el balón y dándose varias oportunidades para anotar. Los Colts, dirigidos por aire por su joven mariscal de campo, Anthony Richardson y por tierra, por el estelar y difícil de frenar corredor de campo Jonathan Taylor, anotaron dos touchdowns en la primera mitad.
Por su parte, los Patriots le jugaron del tu al tu a los visitantes y con facilidad llegaron a la zona roja en sus primeras tres posesiones ofensivas y se colocaron a la puerta de la línea de anotación. Pero el mal de la semana pasada los siguió acompañando este domingo, la línea ofensiva volvió a cometer infracciones de retención y los retrocedió, obligando al equipo de Jarod Mayo a conformarse con una lluvia de goles en la primera mitad (3 concretados por Joey Slye y otro fallado). Entre esas posesiones, los locales si lograron aprovechar su última serie del segundo cuarto cuando Drake Maye conectó con el ala cerrada Austin Hooper, enviando a los Patriotas al camerino con una pequeña ventaja de 16-14.
Segunda mitad, narrativas diferente en las ofensivas. Las defensas de ambos equipos tomaron control y silenciaron a sus contrapartes. En el tercer cuarto, los Colts solo lograron anotar un gol de campo para tomar ventaja momentáneamente. Pero una buena respuesta por parte de los de casa en el tiempo complementario culminó con una corrida de 11 yardas de Antonio Gibson para el touchdown, su primero de esta temporada. Los Patriots siguieron esa corrida con jugada exitosa de dos puntos extras entre Maye y Kayshon Boutte para irse arriba por 7 tantos.
Los Patriotas se dieron varios chances para ganar este encuentro, una intercepción del colombiano americano Christian Gonzalez con 8 minutos por jugar pudo haber sellado el triunfo para los de casa que no aprovecharon para sumar puntos en el marcador y tuvieron que regresarle el balón a los Colts. Estos sin supieron aprovechar su última oportunidad y una serie que comenzó desde su yarda 20 terminó con anotación de 3 yardas de Richardson a Alec Pierce con solo 14 segundos en el reloj. Los Colts, aun perdiendo por un tanto arriesgaron el empate y fueron por los dos puntos y por el triunfo. Y como dice el dicho, el que no arriesga no gana. Una jugada bien diseñada y aun mejor la ejecución. Richardson se encargó de correr dos yardas por el medio para darle el triunfo por la mínima diferencia de 25-24 a los Colts.
Con el poco tiempo que restaba en el partido, el equipo de Nueva Inglaterra logró avanzar el balón hasta la media cancha y se dio una oportunidad más. En vez de ir por el pase largo del “Ave Maria”, Mayo apostó a Joey Slye y un gol de campo de 68 yardas que pareció tener rumbo y distancia, pero el intento y los Patriotas se quedaron 5 yardas cortas de conseguir su cuarto triunfo de la temporada. Más bien los de Foxborough cayeron a una pésima marca de 3 y 10.
