París cerró el telón de los Juegos Olímpicos 2024 con una ceremonia de clausura que, al igual que la apertura, estuvo cargada de simbolismo y emociones ahora con Tom Cruise y Red Hot Chili Peppers, ahora le deja el testigo a Los Angeles 2028. Bajo la melodía de “Sous le ciel de Paris” de Edith Piaf, la capital francesa se despidió de su pebetero, convertido en un ícono de estos juegos. Léon Marchand, el nadador francés que se ha ganado los corazones de su país, tuvo el honor de apagar la llama olímpica, trasladándola al interior del Stade de France, donde dio inicio un espectáculo que no dejó indiferente a nadie.
El evento, dirigido por Thomas Jolly, fue una verdadera oda a la cultura francesa, con más de 270 artistas en escena. El “Golden Voyager”, un ángel dorado que simbolizó la caída del cielo, y la interpretación del Himno de Apolo por Alain Roche, colgando de un piano suspendido, fueron algunos de los momentos más destacados. Estos elementos, junto con referencias a la herencia helénica de los Juegos Olímpicos, trazaron un puente entre el pasado y el presente, mientras que la música de artistas franceses como Angèle, Phoenix, y el DJ Kavinsky, añadieron un toque contemporáneo.
El espectáculo no estuvo exento de sorpresas. Tom Cruise, en una aparición al más puro estilo “Misión Imposible”, descendió desde lo alto del estadio, en lo que fue uno de los momentos más comentados de la noche. Sin embargo, no todas las actuaciones lograron el mismo impacto; los fans de Red Hot Chilli Peppers, Snoop Dogg y Billie Eilish se quedaron con ganas de más, debido a la falta de presentaciones en vivo de estos artistas.
Uno de los aspectos más aplaudidos de la ceremonia fue el reconocimiento a los verdaderos héroes de los Juegos: los deportistas y los voluntarios. En un desfile multicolor, las delegaciones regresaron al Stade de France, poniendo en el centro de la escena a aquellos que con su esfuerzo hicieron posible este evento global. Cerca de 45.000 voluntarios de más de cien países diferentes fueron homenajeados, destacando su papel indispensable en el éxito de los Juegos.
El acto de entrega del estandarte olímpico también fue significativo. Anne Hidalgo, alcaldesa de París, pasó la bandera olímpica a Karen Bass, su homóloga en Los Ángeles, quien se convertirá en la primera alcaldesa negra en recibir este honor. Este gesto subraya el compromiso de ambas ciudades con un legado olímpico que trasciende el deporte, enfocándose en la sostenibilidad y la inclusión.
La ceremonia de clausura de París 2024 no solo marcó el fin de unos Juegos memorables, sino que también preparó el terreno para el futuro, con Los Ángeles lista para recibir la antorcha en 2028. El mensaje es claro: el espíritu olímpico sigue vivo y continuará evolucionando para reflejar un mundo en constante cambio.
