Con el pie derecho comenzó la era de Gareca al mando de la Selección Chilena, tras el triunfo por 3-0 frente a su similar de Albania, en los pastos de Italia, lo que abrió el apetito de un renovado aire en el camarín de La Roja.
Con un estilo claro y destructivo, Ricardo Gareca emprendió su ciclo en Chile alineando a tres viejas glorias que habían estado ausentes en las últimas convocatorias, y que formaron parte de la llamada “Generación Dorada”.
Con el arquero, y nuevamente con la jineta de capitán, Claudio Bravo (Betis de España), el defensor Mauricio Isla (Independiente de Argentina) y el bullado llamado del delantero Eduardo Vargas (Atlético Mineiro de Brasil), el Tigre dio paso a un inicio alentador de cara a los compromisos de la selección en los próximos meses: Copa América y el retorno de las Clasificatorias Sudamericanas.
Y todo fue color de rosa, porque a los 19 minutos de partido, Edu Vargas abrió la cuenta con un potente disparo y dejaba en claro su llamado a la selección.
Chile aumentó la ventaja gracias a Marcos Bolados, que en la primera pelota que toca, bate al portero Strakosha, en el minuto 83. Sentenció el partido el delantero del CSKA Moscú, Víctor Dávila, tras una jugada colectiva.
Gustando y goleando, la selección nacional derrotó a Albania, que venía de ocho encuentros sin conocer la derrota, y que no fue capaz de lanzar un solo tiro al arco defendido por Claudio Bravo.
Así, los pupilos de Gareca se preparan para enfrentar a Francia, este martes 26 de marzo, a las 17:00 horas de Chile, en el Estadio Vélodrome de Marsella.
Se dice que algunos jugadores franceses, después de la derrota frente a Alemania, no quieren estar frente a Chile e inventaron excusas para no jugar el amistoso, entre ellos, Antoine Griezmann, que tuvo miedo antes y se autodesconvocó. Muchas dudas respecto al equipo que el técnico Didier Deschamps dispondrá para recibir a Chile este martes, salvo uno fijo: Kylian Mbappé.
Imagen por. CHV Noticias
