La situación en la Federación Española de Fútbol se complica con la amenaza de inhabilitación a su presidente y la posible pérdida de la sede del Mundial 2030
La Federación Española de Fútbol (RFEF) está atravesando un momento crítico. La reciente propuesta del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) para inhabilitar al presidente Pedro Rocha durante seis años ha desatado una serie de reacciones en los organismos internacionales del fútbol. FIFA y UEFA, las entidades rectoras del fútbol mundial y europeo respectivamente, observan con detenimiento los movimientos del gobierno de Pedro Sánchez en relación con la RFEF.
La posibilidad de que el gobierno español interfiera en la federación podría costarle a España la sede del Mundial 2030, un proyecto considerado como el evento deportivo más significativo para el país en décadas. La advertencia de la FIFA ha sido clara: cualquier injerencia podría llevar a que se le retire la organización del Mundial a España y se le otorgue a Francia, que ya se encuentra preparada para asumir el reto.
Injerencia gubernamental: El principal riesgo
La injerencia del gobierno en la RFEF es vista con preocupación por la FIFA. Según los reglamentos del organismo internacional, los asuntos federativos deben ser gestionados exclusivamente en el ámbito del fútbol, sin intervención política. La resolución del TAD, un órgano dependiente del Consejo Superior de Deportes, podría interpretarse como una injerencia gubernamental, lo que pondría en riesgo la candidatura española.
En las próximas semanas, la RFEF tiene programada una reunión crucial con representantes de la FIFA y la UEFA. Se espera que este encuentro, inicialmente pautado para el jueves, se adelante a este miércoles en un esfuerzo por mitigar los daños y presentar una defensa sólida de la candidatura conjunta de España, Portugal y Marruecos.
El dosier de la candidatura y la amenaza de Francia
La federación española, junto a sus socios Portugal y Marruecos, está en la recta final para presentar el dosier de su candidatura para el Mundial 2030. Sin embargo, la sombra de la inhabilitación de Rocha y la posible interferencia gubernamental podrían desmoronar estos esfuerzos. La FIFA ha comunicado que, de confirmarse la injerencia, podría reasignar las sedes del Mundial a Francia, un país que ya ha demostrado su capacidad organizativa en eventos de gran magnitud.
La situación en la RFEF se encuentra en un punto álgido. Con la resolución definitiva del TAD esperada en los próximos días, el futuro del fútbol español en el contexto internacional pende de un hilo. Si la inhabilitación de Pedro Rocha se confirma y se interpreta como una intervención del gobierno, España podría perder la oportunidad de albergar el evento deportivo más importante de la próxima década.