Una semana después de que su timonel Jarod Mayo los llamará “soft” o “débiles”, los Patriots respondieron en grande ante sus némesis divisionales Jets de Nueva York. Siete días después que la prensa, fanáticos y expertos cuestionaran la fortitud mental, en especial, la de la unidad defensiva que en los últimos juegos había sido destrozada por sus oponentes. Ante todos los pronósticos, la escuadra de Mayo no defraudó a los fanáticos que dijeron presente en el estadio Gillette.
En su segunda serie ofensiva, el novato Drake Maye, sin poder encontrar a ninguno de sus receptores abiertos, vio hacia la derecha, luego hacia su izquierda, no identificó a nadie disponible y decidió subirse en su bicicleta dejando atrás a la defensa de los Jets y abrió el marcador con una corrida de 17 yardas, 7-0 ponía arriba a los de casa.
Pero hasta ahí la buena fortuna de los Patriots. Después de un par de muy dudosas faltas en contras de los Pats. Aaron Rodgers aprovechó los regalitos de los réferis y respondió con dos pases de touchdown para darle la ventaja a los visitantes 13-7.
La mala fortuna no paro allí para Nueva Inglaterra en la primera mitad. A solo minutos del comienzo del segundo cuarto, la complexión del partido cambió por completo cuando Maye recibió un golpe en la cabeza, sufrió una contusión y tuvo que abandonar el partido. Por el entró Jacoby Brisett pero la preocupación se hizo sentir por un silencioso estadio Gillette.
El segundo cuarto culminó con una decisión controversial por parte del técnico de los Patriotas que optó por irse a los camerinos sin intentar anotar a pesar de que la escuadra de Nueva Inglaterra había recibido en balón cuando aún restaban dos minutos por jugar.
A pesar de la mala noticia que el joven mariscal de campo ya no podría continuar, la segunda mitad arrancó con una anotación de Rhamondre Stevenson por tierra luego de un excelente retorno de 62 yardas de Marcus Jones tras el patadón de los Jets. 14-13 se adelantaban en el marcador los de Foxborough.
La escuadra neoyorquina retomó la ventaja con un gol de campo de Greg Zuerlein, 16-14 los Jets. Pero los Patriots no se dieron por vencido y otro field goal de Joey Slye los puso al frente temporariamente 17-16.
Y la batalla entre los dos peores equipos de la División Este de la Conferencia Americana se definiría con un dramático final. Los Jets, agarrados de la mano de su veterano mariscal de campo Rodgers volvieron a responder, esta vez con un touchdown por tierra de Braelon Allen que los puso adelante 22-17, pero fallaron el intento de dos puntos.
Pero los Jets dejaron casi tres minutos en el reloj y la puerta abierta para que los Patriotas realizaran su partido más emocionante de esta temporada. En una serie ofensiva muy fluyente y con varias jugadas claves, Brisett los llevó desde su lado de la cancha hasta la yarda uno de los Jets. Y con 25 segundos por jugar, le entregaron una vez más el balón a Stevenson que se convertía en héroe y a puro poder y voluntad le entregaba el inesperado triunfo a los Patriotas 25-22. Ahora ambos Pats y Jets tienen marcas idénticas de 2 y 6, empatados en el fondo de la División.
Con este resultado los Patriotas se quitaron un gran peso de encima, acabando con la racha de derrotas más larga desde 1993 y disfrutaron el triunfo como no lo habíamos presenciado en mucho tiempo, pero fue entendible, hoy en día las victorias no llegan tan fácilmente o a menudo a Foxborough.