La tarde del domingo se convirtió en un viaje al pasado para los aficionados del fútbol mientras el Manchester United y el Arsenal se enfrentaban en un duelo cargado de reminiscencias de rivalidades pasadas. Desde las calles cercanas a Old Trafford hasta las gradas del estadio, resonaban cánticos evocando los enfrentamientos épicos entre los equipos de Ferguson y Wenger, las pugnas entre Vieira y Keane, y el recuerdo de la última vez que los Gunners conquistaron una liga en Old Trafford en 2001.
El partido prometía ser una batalla por el liderato, con el Arsenal buscando desafiar el dominio del Manchester City en la actualidad. Y no decepcionó. Desde el pitido inicial, los de Arteta saltaron al terreno de juego con determinación, decididos a recuperar el liderato y mantener el pulso a Guardiola. Y lo lograron, así se crecen y mantienen la férrea lucha por la hegemonía inglés del fútbol, el mejor balompié del mundo al día de hoy.
Fue Trossard quien marcó la diferencia en el minuto 20, aprovechando un descuido defensivo del United para empujar el balón a la red, ante la más que tímida presión de Casemiro. A partir de ahí, el ritmo del partido fluctuó, con el Arsenal controlando gran parte del juego, pero sin contar con oportunidades claras más allá del gol.
El Manchester United intentó reaccionar en el tramo final del primer tiempo, tomando el control del balón, pero sin lograr inquietar demasiado al arquero Raya. En la segunda mitad, el Arsenal mantuvo la iniciativa, con Rice estando cerca de ampliar la ventaja en varias ocasiones.
A pesar de los intentos del United por igualar el marcador, el Arsenal se mantuvo firme en defensa, con Onana evitando cualquier intento de remontada por parte de los locales. Al final, los tres puntos fueron para el Arsenal, que recupera el liderato y mantiene viva la lucha por el título.
Por otro lado, el Manchester United queda rezagado en la carrera por los puestos europeos, a falta de solo dos jornadas para el final de la temporada. Sin embargo, el emocionante duelo entre dos gigantes del fútbol inglés deja claro que la rivalidad entre ambos equipos sigue más viva que nunca.
