Colombia ha dado un paso gigantesco en la Copa América al golear 5-0 a Panamá, asegurando su lugar en las semifinales del torneo. El equipo colombiano mostró un fútbol brillante de principio a fin, destacándose especialmente en un primer tiempo demoledor. La figura del partido fue, sin duda, “El Rey” James Rodríguez, al que se le preparó esta selección para hacerla ganadora y todo pensado de la mano de Néstor Lorenzo, llego nuevamente a demostrar por qué es uno de los mejores futbolistas de la competencia y el mejor de Colombia.
James Rodríguez, el capitán colombiano, fue fundamental para su equipo, aportando dos asistencias en el 1-0 y el 3-0, además de convertir un penal con maestría. A sus 32 años, James sigue siendo el motor del combinado colombiano, manejando los hilos del equipo y liderando un elenco que no conoce la derrota en 27 partidos consecutivos. Este encuentro, uno de los mejores del ciclo de Néstor Lorenzo, reflejó el excelente momento que atraviesa Colombia.
El partido comenzó con Jhon Córdoba adelantando a Colombia en el marcador a los ocho minutos, anunciando lo que sería un verdadero dolor de cabeza para los Canaleros. Poco después, James amplió la ventaja desde los doce pasos, y antes del descanso, Luis Díaz marcó el 3-0 tras una asistencia inteligente de James, dejándolo mano a mano con el portero panameño.
En el segundo tiempo, Richard Ríos y Miguel Borja, de penal, completaron la goleada. La diferencia de calidad entre ambas selecciones fue evidente, a pesar de que se esperaba un encuentro más cerrado. El buen momento de Colombia eclipsó cualquier predicción previa, y los Cafeteros mostraron un fútbol imparable.
Este equipo colombiano combina una riqueza individual notable, con jugadores experimentados y jóvenes promesas, y un funcionamiento colectivo que se refleja en actuaciones como esta. Ahora, el desafío en semifinales será aún mayor, enfrentando a Brasil o Uruguay. Cualquiera de estos rivales será difícil, pero Colombia ha demostrado que está lista para competir y aspirar al título.
El sueño de levantar la Copa América está más vivo que nunca para Colombia, y con actuaciones como la de hoy, tienen sobrados argumentos para ilusionarse con lograrlo.
