Después de navegar fácilmente en las primeras dos rondas de la post temporada ante Miami y Cleveland, los Boston Celtics tuvieron su primera prueba de fuego ante la sorprendente escuadra de los Indiana Pacers. Equipo que el martes por la noche mostró no será tarea fácil para el quinteto local. Unos Pacers con un ritmo ofensivo muy veloz que nos recordaron porque fueron la escuadra con la mejor ofensiva esta temporada en la NBA.
Contagiados con la energía de Al Horford, los Celtics salieron inspirados anotando los primeros 12 puntos del encuentro. Pero Indiana se calmó y reaccionó espléndidamente a los ganchos que tiraban los Celtics. Aun sin su jugador estelar Tyrese Haliburton teniendo un buen desempeño en la primera mitad, los visitantes no les temieron a los favoritos Celtics y agarrados de las manos de Pascal Siakam (24 puntos) y Myles Turner (23) los Pacers continuaron con el excelente juego que destacaron en sus series ante los Milwaukee Bucks y Knicks de Nueva York, y enviaron el partido al descanso de medio tiempo, empatado 64-64.
Luego, nuevamente ganando 92-79, con poco menos de tres minutos por jugarse en el tercer cuarto, los Celtics volvieron a ceder a su tendón de Aquiles de siempre, no supieron cerrar el tercero y permitieron una racha de 14-2 para terminar el cuarto.
En el último cuarto, los Celtics estaban en la cúspide del desastre, pero aparecieron sus estrellas y es cuando mas brillaron. Perdiendo por tres puntos y solamente 8.5 segundos por jugar, Jaylen Brown provocó que Siakam perdiera el balón con una gran jugada defensiva. Tres segundos después sería el mismo Brown que se puso la capa de héroe y desde la esquina y con el mismo Siakam encima, anotó desde la línea de tres puntos para enviar el partido y a la eufórica afición del Garden a tiempo extra.
Fue en el alargue donde Jason Tatum se creció. Sus seis puntos consecutivos le dieron a Boston una ventaja de 4 tantos, y finalmente la improbable y sufrida victoria de 133-128 a los Celtics. Tatum culminó la jornada liderando a ambos equipos con 36 puntos, 12 rebotes, 4 asistencias y 3 robos. Pero hay que ser claros, los Celtics no hubiesen logrado rescatar este triunfo sin el excelente juego de Jrue Holiday que aportó 28 puntos y sumó 8 asistencias, 7 rebotes y también 3 robos. Pero fueron sus anotaciones precisas y serenidad en ambos lados de la cancha la clave para que Boston tomará ventaja de 1-0 en la Final de Conferencia del Este.
