Finalmente, una serie positiva para los Red Sox en lo que hasta el momento ha sido una temporada, caracterizada por sus altibajos. Tras completar los primeros 50 partidos de la campaña con un bajo rendimiento y apenas un récord de .500 (25 victorias y 25 derrotas).
Los Medias Rojas lograron ganar dos de sus últimos tres compromisos, pero más importante es que lo hicieron ante uno de los mejores equipos de las Grandes Ligas, Mets de Nueva York que llegaron a Fenway Park en primer lugar del Este de la Liga Nacional.
En el primer encuentro, Hunter Dobbins solo permitió una carrera en 4.2 entradas de labor, el bullpen no lo defraudó y no permitió carreras el resto del partido. Mientras que en la ofensiva, Jarren Duran, Alex Bregman y Trevor Story impulsaron una carrera cada uno para entregarle el triunfo a la novena de Boston 3-1.
El martes, en el segundo duelo de la serie, a pesar de que el abridor de los Red Sox, Walker Buehler y el mánager Alex Cora fueron expulsados en el tercer inning por el umpire de home plate Mike Estabrook, después que Buehler cuestionará las decisiones de Estabrook en el plato. El cuerpo de relevistas hizo un excelente trabajo en la lomita y rescató a Buehler, blanqueando a la novena neoyorquina. En el ataque, cuadrangulares solitarios en la quinta entrada del receptor venezolano Carlos Narváez y otro del dominicano Rafael Devers fueron suficiente para vencer a los Mets por segunda noche consecutiva, esta vez 2-0.
Pero el último partido de la serie, Garrett Crochet pichó más de 5 entradas y solo le permitió una carrera a la potente alineación de los Mets, pero en esta ocasión el bullpen de los Red Sox lo defraudó, Liam Hendriks sólo lanzó dos tercios de entrada y fue recibido con tres carreras. Por su parte, los bates de Boston volvieron a dejar mucho que desear cuando lanza Crochet, estos solo lo apoyaron con una carrera y los Mets terminaron impidiendo ser barridos por marcador de 5-1.
Bateo oportuno y buen pitcheo, fue la clave del éxito que le entregó la serie a la novena de Boston. Estas dos victorias sobre los Mets es justo lo que la escuadra de Boston necesitaba para iniciar una buena racha. Pero estos dos triunfos no pesarán mucho si los Red Sox no aprovechan su próxima serie de cuatro juegos ante los Orioles de Baltimore, uno de los peores equipos en la Liga Americana.
